"El señor de las moscas": un fresco sobre la verdadera naturaleza del ser humano

   ¿Es el hombre bueno y solidario por naturaleza o, por el contrario, se mueve por sus intereses egoístas e instintos? Diferentes filósofos que han abordado la rama de la política han tratado, a lo largo de la historia, esta cuestión, sin llegar a dar una respuesta en común, sin ofrecer una verdad absoluta. Por esta razón, el debate sobre la naturaleza del ser humano es un debate aún vigente.
En 1954, William Golding, un famoso novelista y poeta británico más tarde galardonado con un premio Nobel de literatura, publica la novela El señor de las moscas, un clásico de la literatura inglesa de postguerra que llegó a convertirse en lectura obligatoria en colegios e institutos. Su gran influencia, de hecho, llevó a esta novela a la gran pantalla. Así, Harry Hook, en 1990, dirige una película que mantiene el mismo nombre y se muestra bastante fiel al argumento.
   En este comentario, analizaremos dicha película, primero explicando brevemente el argumento para después tratar las diferentes teorías contractualistas que aborda la misma, desde Hobbes hasta Rousseau, así como el simbolismo de algunos de los objetos que aparecen. Finalmente, expondré la conclusión a la que he llegado y daré mi opinión sobre la película.

   Tras un accidente de avión, un grupo de estudiantes de una escuela militar estadounidense naufraga en una isla completamente desierta. Aunque el piloto aún da señales de vida, se encuentra gravemente herido. De esta forma, todos los niños, ante la falta de un adulto responsable que los guíe, necesitan organizarse de alguna forma para sobrevivir y encontrar comida y agua, al menos hasta ser rescatados. A través de esta situación, se analiza el comportamiento de los niños: ¿actuarán en beneficio de todo su grupo o se dejarán guiar por la maldad y su interés personal? 
   Al comienzo de la película, nos damos cuenta de que todos ellos están poseídos por el miedo. Sin embargo, no se dejan llevar por su egoísmo y deciden actuar en grupo, aunque sin una organización muy clara. Pronto, Jack y Ralph, que más tarde se convertirán en personajes esenciales, comienzan a mostrar un liderazgo natural. En esta ocasión, Rousseau parece estar en lo correcto con su teoría acerca de la naturaleza humana, pues se llevan a cabo unas "elecciones" y Ralph se convierte en el líder del grupo. Además, se establece una serie de reglas que rigen el comportamiento del mismo, por ejemplo, la posesión de la caracola para obtener el turno de palabra. Esta organización es, claramente, una emulación de lo que los niños han aprendido en su vida fuera de la isla, una democracia basada en la libertad y la igualdad en la que el pueblo elige un líder que asegure estos valores. No obstante, la maldad natural de los niños no tarda mucho tiempo en emerger. Nos damos cuenta de ello cuando un grupo se rebela ante esta organización democrática y velan por sus propios intereses creando sus propias normas. Así, vemos como Hobbes se sale con la suya y, en este caso, Jack se convierte en un verdadero "leviatán" que tiene un poder absoluto sobre el resto de sus compañeros. A partir de este momento, podemos diferenciar dos grandes grupos rivales: los democráticos y los absolutistas. Un hecho que cabe resaltar es que los primeros se guían por la razón; mientras que los segundos, por el miedo y sus instintos. De hecho, Jack recurre a la manipulación sobre sus "esclavos", utilizando al "monstruo" como forma de infundir terror para que busquen protección y se unan a él.
   Son numerosos los símbolos que pueblan la película. Sin embargo, considero que los más importantes son dos: la caracola, por una parte, como símbolo de la democracia y la igualdad; y las lanzas, por otra parte, como símbolo de la violencia, la sed de destrucción natural y poder del ser humano y el absolutismo. Sin embargo, también es destacable la figura del "señor de las moscas", aquella cabeza de cerdo que el grupo de Jack utiliza como tótem. pues simboliza el mal que se esconde en el grupo, producto de la pérdida de su inocencia y el declive de su civismo tras llegar a la isla. Además, a medida que avanza la película, el número de moscas que vuelan en torno a la cabeza es cada vez mayor, lo que representa que los niños son cada vez más salvajes y sus instintos mucho más intensos.

    Como dijo Porky, "no sé si el hombre es bueno o malo". Considerando todo lo expuesto en este comentario, creo que la manera de actuar de los niños siempre va a depender de sus experiencias en la sociedad en la que han vivido. Posiblemente todo sería diferente si el marco espacio-temporal fuese distinto o incluso si los niños no fuesen conscientes de ninguna realidad política.  Algo que también influye es su visión sobre la vida. Si nos damos cuenta, todos aquellos niños que esperan su rescate con esperanza, se muestran de parte de Ralph y defienden la democracia y el orden; mientras que el resto, que piensan que van a tener que sobrevivir allí el resto de sus vidas, se unen a Jack en su lucha por la supervivencia.
   Desde mi punto de vista, El señor de las moscas es una gran película porque retrata a la perfección la condición humana es un estado caótico y natural. Lo que más me ha llamado la atención es cuando los niños postulan que "así no actuaría un adulto", lo que nos muestra que, en su nueva forma de organización, toman como modelo todo lo que han vivido hasta el momento, depositando toda su confianza en la idea de que una persona adulta siempre actúa velando por la justicia y el bien de los demás. También me gustó mucho la escena final, cuando todos los niños son rescatados y aquellos que se habían dejado guiar por su "yo" más salvaje se dan cuenta del odio que albergaban en su interior.
   

Comentarios

Lo más destacado

La vida de Aspasia de Mileto

Verdad: ¿absoluta o relativa?

Matrix, Putnam y... ¿Descartes?